domingo, 29 de agosto de 2010

Imanes que levitan

En esta experiencia vamos a ver cómo los imanes pueden levitar unos sobre otros debido a la repulsión que ejercen entre sí dos polos magnéticos del mismo signo.
Material
- Imanes con forma de anillo (de walkman, radios, etc. viejos)
- Una pajita de refresco.
- Un pedazo de plastilina.
Procedimiento
Sujeta la pajita con la bola de plastilina de forma que quede vertical.
Ensarta un imán en la pajita.
Añade más imanes procurando que se enfrenten siempre polos opuestos. Observa qué sucede.
¿Qué sucede?
Los imanes levitan unos sobre otros.
 Explicación
Los imanes con el mismo polo  se repelen














4ª Experiencia



¿Qué es lo que queremos hacer?
Conseguir que un imán “flote” en el aire
MaterialTubo de ensayo
Un tapón de corcho
Dos imanes cilíndricos

Procedimiento

Introduciremos los dos imanes en el tubo de ensayo, “enfrentados” por sus bases y entonces, tendremos el 50% de posibilidades de que...
El resultado obtenido es...
El imán superior queda “levitando” sobre el superior, flotando en el aire, pese a que la densidad de éste es miles de veces inferior al del hierro. 


Explicando... que es gerundio
Si la disposición de los imanes es enfrentándolos por los polos idénticos, la fuerza de repulsión es suficiente como para neutralizar el peso. En consecuencia, el imán superior se colocará a la distancia justa del primero como para que la fuerza de repulsión sea exactamente igual en valor al del peso del imán flotante. Las fuerzas magnéticas, al igual que las eléctricas, dependen inversamente de la distancia entre los imanes actuantes.
Algún comentario...
Los dos imanes han de tener sus polos en sus bases, un diámetro inferior al del tubo y una longitud suficiente como para que cada imán adopte una posición vertical. Una vez terminado el ensayo, se tapa el tubo con el tapón y se invierte: nuevamente se reproducirá una levitación, sólo que llevada a cabo ahora por el imán que antes estaba posado en el tubo.
La experiencia puede completarse con un tercer imán: la presencia de éste provoca un nuevo equilibrio con una distancia entre imanes distinta a la anterior al haberse introducido unas nuevas fuerzas en juego.
Otros equilibrios magnéticos pueden conseguirse de muchas maneras. Como ejemplo, puede cogerse un clip ligado a un cordel y suspendido de un punto. Al aproximar un imán –sin que haya contacto- podemos hacer que el clip se mueva tras la “estela” del imán y hacer que se mantenga en equilibrio, en múltiples posiciones, sin que lo sostenga el hilo.